Agüimes, un lugar de interés
Disfrute de los Espacios Naturales Protegidos que existen en Agüimes y contribuya a su conservación.
Reserva Natural Especial de Los Marteles
La reserva ofrece un paisaje montano de gran belleza con algunos elementos geomorfológicos destacados como la Caldera de Los Marteles o el pitón fonolito de Roque Blanco, entre otros.
En sus escarpes se concentra una alta biodivesidad vegetal endémica de gran interés científico. En las cotas altas de la zona y en el centro de la reserva hay pinares de repoblación que alcanzan incluso lo alto de los escarpes del Paso de La Plata al suroeste del espacio, y que se distribuyen en mosaico por la mitad norte. Las cumbres, al quedar desprovistas de pinar, han sido ocupadas por matorrales de sustitución constituidos por tabaibas (Euphorbia obtusifolia), retamas de cumbre (Teline microphylla) y escobones (Chamaecytisus proliferus), principalmente. La flora de escarpes es particularmente rica en endemismos como el abundante pastel de risco (Greenovia aurea) o una de las pocas orquídeas de las islas (Orchis patens canariensis); algunos están muy amenazados como la bencomia (Bencomia brachystachya) o la mata de risco (Globularia). También hay especies, como es el caso del tomatero silvestre (Solanum lidii), que sólo se encuentran en puntos concretos del interior de la reserva, como Temisas.
Monumento Natural del Barranco de Guayadeque
Es uno de los barrancos más grandes de Canarias, con una longitud de 11 kms. aproximados y un desnivel de 1.273 m., que une los municipios de Ingenio y Agüimes.
Los singulares valores medioambientales (endemismos de flora y fauna) y patrimoniales que encierra este impresionante espacio han contribuido a su declaración como Monumento Natural por la Ley de Espacios Naturales de Canarias y como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Zona Arqueológica por la ley de Patrimonio Histórico de Canarias.
El barranco alberga 68 especies de plantas vasculares y 36 especies de vertebrados, algunas de ellas amenazadas como los endemismos exclusivos del barranco, la garbancera (Kunkeliella canariensis) y la dama (Parolinia Platypetala), además de contener en su ámbito especies de flora y de fauna con diferentes categorías de endemicidad propias de la isla de Gran Canaria y del Archipiélago Canario, como el palo de sangre o palo rojo (Marcetella moquiniana); de Gran Canaria, la flor de mayo (Pericallis webbi) o el saladillo de risco (Camptoloma canariensis) .
Además, incluye zonas de importancia para determinadas fases de la biología de la pardela cenicienta (Calonetrix diomedea) tales como áreas de reproducción y cría, además de tratarse de un refugio y hábitat potencial.
Este espacio natural constituye una unidad geomorfológica bien definida como barranco abrupto encajado en materiales antiguos, de paredes escarpadas, densa red de diques y huellas evidentes de procesos erosivos que le han dado, con el paso del tiempo, su característico perfil.
Es el emplazamiento que presenta una mayor densidad de enclaves arqueológicos prehispánicos de Gran Canaria, repartidos en ambas vertientes del Barranco, y entre los que sobresalen conjuntos de hábitat trogloditas, localizados bajo pie de escarpes y en laderas. También destaca por la gran cantidad de casas-cuevas que hay, incluso una ermita y varios restaurantes cavados en la roca. Se considera como uno de los paisajes culturales más bellos de Gran Canaria.
En el barranco se encuentra un Centro de Interpretación que ofrece información sobre los conjuntos arqueológicos sitos en esta zona, así como otros datos de índole medioambiental que explican las muchas e interesantes particularidades de este bellísimo entorno.
Monumento Natural del Roque Aguayro
El Roque Aguayro constituye un elemento paisajístico muy destacado, que domina y caracteriza la zona, al tiempo que es una formación natural de interés científico. Junto a estos valores estéticos, destacan otros de carácter cultural debido a la presencia de petroglifos aborígenes en el Lomo de Los Letreros.
El roque tiene unos 540 metros de altura, y está constituido fundamentalmente por materiales basálticos antiguos. La vegetación actual está formada por tabaibas, balos y aulagas, que denotan una notoria alteración de la comunidad vegetal originaria, debida probablemente al sobrepastoreo. Igualmente resulta digna de mención la presencia de cardones y palmeras aisladas.
Este espacio natural engloba, además, parte del Barranco de Balos. La abundancia de un arbusto, el balo (Plocama pendula) ha determinado la toponimia de este barranco, donde se localiza un destacado yacimiento de grabados rupestres, que destaca por la variedad de temas que presenta.
Monumento Natural de Arinaga
Este espacio natural se centra en torno a la Montaña de Arinaga. En esta zona se asientan comunidades vegetales de las que sobresalen algunos endemismos, como la uvilla de mar (Zygophyllum fontanesii), el chaparro (Convolvulus caput-medusae), un corazoncillo (Lotus leptophyllus), la piña de mar (Atractylis preauxiana) y la milengrana (Herniaria fontanesii), por citar algunos ejemplos, mientras que el grueso de la vegetación la constituyan “salados” de diversas especies. La fauna vertebrada incluye una forma de lagarto endémica (Gallotia atlántica delibesi) y que es sensiblemente distinta del lagarto común de Gran Canaria. También incluye poblaciones de calandria (Calandrella rufescens polatzeki) y pájaro trompetero (Bucanetes githagineus), además de ocasionales aves limícolas y migradoras en la costa.
Además de la vegetación y la fauna existente en la zona, se ubican dentro de este monumento el antiguo faro y un antiguo albergue juvenil, hoy Residencia Escolar de Arinaga. Además existen unas instalaciones militares subterráneas en desuso que albergarán en breve un gran centro de ocio y cultura.
Paisaje Protegido de la Montaña de Agüimes
Este espacio se localiza junto a un tramo del cauce del Barranco de Guayadeque y el pueblo de Agüimes. Desde el punto de vista morfológico se trata de una manifestación volcánica antigua, lo que explica su alto grado de erosión y desmantelamiento.
Tanto el sector de barranco como la montaña presentan una vegetación bastante transformada, formada por un matorral, con frecuencia dominado por tabaiba morisca (Euphorbia obtusifolia), si bien también encontramos una buena representación de tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera), algunos ejemplares de cardones (Euphorbia canariensis), balos y vinagreras. En la base de la montaña encontramos ejemplares de palmeras intercaladas entre las tierras de labor.
El uso tradicional de este espacio ha sido el pastoreo y en las zonas más llanas de su base, el agrícola. También se ha explotado en el pasado como cantera, de donde se extraía la denominada “Piedra de Agüimes”, de una tonalidad característica gris-verdosa, y que podemos ver en las fachadas del casco antiguo de Agüimes, incluyendo su iglesia.
Existen aquí vestigios arqueológicos, con muestras de arte rupestre y cuevas de habitación aborígenes (Morros de Avila). El yacimiento más destacado es el llamado Morro del Cuervo, donde se localiza un singular conjunto de petroglifos.
Morro del Cuervo
En una de las zonas más elevadas de La Montaña de Agüimes, en el lugar conocido como Morro del Cuervo se ubica una de las estaciones rupestres más destacadas de esta zona. Se han identificado al menos seis paneles de grabados ejecutados, como en otros casos, mediante un picado continuo y/o abrasión. Las representaciones más abundantes son las figuraciones humanas. Entre ellas destaca el conocido como “Hombre de Guayadeque”, que corresponde a un grabado antropomorfo de grandes dimensiones y que se ha convertido en logotipo o símbolo de identidad.
Morros de Ávila
En las cotas más elevadas de la Montaña de Agüimes se encuentra ubicado uno de los enclaves más significativos de este entorno, conocido como Morros de Ávila. Dentro de este conjunto, declarado Bien de Interés Culural, con la categoría de Zona Arqueológica, destacan dos cuevas artificiales de grandes proporciones. La primera se divide a su vez en dos estancias; ambas habitaciones conservan en sus paredes restos de pinturas, definiendo, en determinadas zonas, un friso de motivos triangulares en blanco sobre un fondo de rojo almagre. La segunda cueva, situada a pocos pasos de la anterior, está medio enterrada y se compone de una sola habitación; en las paredes se conservan restos de dos franjas horizontales de rojo y blanco, a modo de friso que las recorriera en su totalidad.
Costas
Playa de Arinaga
La playa de Arinaga se caracterizaba antiguamente por la actividad pesquera, convertida hoy en un lugar importante de residencia habitual y en el lugar vacacional principal elegido por la propia población local durante la época estival. Por la tranquilidad de sus aguas, cuenta con unas condiciones favorables para el baño, y está recorrida por una avenida marítima de más de tres kilómetros de extensión, perfectamente adaptada al entorno.
Playa de Vargas
La playa de Vargas reúne unas condiciones magníficas para la práctica del windsurf, y es una de las pocas que cuentan con las olas idóneas para el windsurf radical. En ella se ha celebrado una de las pruebas valederas para el campeonato mundial en la modalidad de olas, la Vargas PWA Wave Classic Grand Prix, que atrajo a los windurfistas más prestigiosos. Dispone además de un camping diseñado para facilitar la práctica de este deporte.
Playa de Cabrón
Esta zona se encuentra al norte de la localidad de Arinaga, concretamente entre Punta de La Sal y Punta de La Monja. Confluyen aquí una serie de valores geomorfológicos, biológicos, ecológicos y paisajísticos, que merecen un análisis, y su fondo marino es sin duda uno de los de mayor belleza del archipiélago canario, idóneo para la práctica del buceo. Está en trámite la declaración por el Gobierno de Canarias de la Reserva Marina de Arinaga.
Las Salinas
Aún se conservan las salinas de Vargas y Arinaga, exponentes de una actividad artesanal de siglos en nuestro litoral. Tradicionalmente la extracción de la sal ocupó un lugar destacado en la economía de la zona costera del municipio. Hoy siguen en funcionamiento, aunque a bajo rendimiento, y además de una actividad productiva son un elemento paisajístico y patrimonial de gran valor. En este sentido, el Gobierno de Canarias ha declarado las Salinas de Arinaga como Bien de Interés Cultural dentro de la categoría de Sitio Etnológico.